Los enemigos de la prensa siempre dicen que por los menos, los periódicos sirven para envolver papa, cebolla o la marraqueta. Estos sujetos deben estar de plácemes en Venezuela, donde los periódicos están seriamente amenazados por la escasez de papel para imprimir las noticias.
Hay algunos que tienen papel apenas para un mes y si no le llegan suministros, pronto tendrán que abocarse a sus ediciones digitales. El problema es que en Venezuela no solo falta el papel prensa, sino también muchos alimentos, entre ellos el pan, así que, como quien dice, se quedarían “sin la soga y sin la cabra”, algo que queda fuera de chiste. Pero las dificultades son aún mayores, porque, como se sabe, los venezolanos andan también muy cortos de papel higiénico y anduvieran mucho más apurados todavía si no fuera por Bolivia, que le ha estado suministrando una buena cantidad de rollos.
Para el que no tiene papel higiénico, aquí y allá y desde siempre, un buen recorte de periódico ha sido la mejor solución de emergencia para esos momentos íntimos en el excusado. Los venezolanos van a tener que hacer algo para que el régimen de Nicolás Maduro le achunte al menos una, porque hay quienes dicen que el delfín de Chávez no lo hace peor porque un rato de esos tiene que dormir y… por supuesto, ir al baño.
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