“¿Quién hizo las encuestas en Brasil?”, fue la pregunta que se hicieron algunos operadores de la oposición al conocer los sorprendentes resultados de las elecciones en Brasil, que derrumbaron todos los pronósticos, cálculos e interpretaciones realizados durante los meses previos a la votación.
La reacción de los que se hacían esa interrogante se produce a raíz de los sondeos realizados en Bolivia y que coincidentemente dan un clarísimo ganador, con una amplísima diferencia sobre sus contendores.
En Brasil ocurrió una especie de marea con una supuesta carrera cabeza con cabeza entre Dilma Rousseff y Marina Silva, a quien incluso llegar a colocar en la posibilidad de ganar en primera vuelta. Más tarde se hablaría de una recuperación de la postulante oficialista y finalmente fue Aécio Neves el que tumbó la banca y ganó todas las apuestas, con serias posibilidades de resultar presidente el próximo 26 de octubre.
En Bolivia existe cierta desconfianza sobre las encuestas por los errores cometidos en las elecciones del Beni y porque son demasiado coincidentes para ser verdad. Con lo sucedido en Brasil hay una razón más para creer en alguna sorpresa, aunque por supuesto, no del tamaño de nuestro vecino, donde todo es grande.
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