Se supone que quien monta a caballo es un caballero. Pero esa no fue precisamente la actitud de los militares que prácticamente avasallaron los predios del Club Hípico Santa Cruz para alojar allí a cientos de animales que el gobierno les ha comprado, por un valor de 15 millones de dólares.
A juzgar por las quejas de los directivos y del abogado del centro recreativo, los uniformados tomaron posesión, instalaron sus carpas y se hicieron cargo del lugar, sin el consentimiento de quienes administran el terreno, que desde hace décadas ha sido cedido por el Municipio de Santa Cruz, verdadero propietario de ese espacio público.
En otras palabras, ese lugar le pertenece a los vecinos de esta ciudad y quien debe sacar la cara para defenderlo es la Alcaldía Municipal. Algunos se preguntan si esta es una consecuencia del abultado triunfo electoral del 12 de octubre, que les ha hecho crecer la soberbia a muchos, entre ellos a los militares, que no pueden quejarse por falta de espacio, ya que ellos mismos poseen un centro de deportes ecuestres en las inmediaciones de la ciudad de Warnes.
Esto es un acto de prepotencia que no se puede permitir. Otra cosa, ¿caballos a 75 mil dólares cada uno? ¿Van a correr el Derby de Kentucky?
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