Se sabe muy bien que el “Proceso de cambio” no solo pretende refundar Bolivia, reinventar su historia y borrar todo lo ocurrido en el pasado, pero nadie sospechaba que iban a llegar tan lejos.
El canciller boliviano David Choquehuanca, a propósito de la participación del presidente Morales en el Encuentro Mundial de los Movimientos Populares que tuvo lugar en Ciudad del Vaticano, celebró que ahora la Iglesia Católica se ocupe de los pobres y dejó entender que eso ha sido logrado gracias a la influencia de líderes como el mandatario boliviano y organizaciones como las que están gobernando nuestro país.
Así como desconocíamos que los aymaras derrotaron a los romanos, tal vez deberían contarnos cómo es que se dio la influencia en dos milenios de cristianismo, con una institución que ha sido la pionera en la defensa de los derechos de los más débiles.
No sabíamos quién había sido el que le enseñó a Jesucristo a defender a las mujeres, a sacar la cara por el buen samaritano, a rodearse de humildes pescadores y a enfrentarse a los fariseos, los grandes jerarcas de la época, los que escribían las leyes, pero que por debajito “le metían” nomás porque eran unos grandes hipócritas. Es bueno saberlo.
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