El amanecer se acercaba con un viento frío y olor de lluvia próxima, pero antes de que los primeros rayos sol aparezcan estalló la tragedia, según las primera versiones, un grupo de reos había decidido realizar el ataque fatal este viernes y lograr de esta manera el control de 'Chonchocorito', no se imaginaron la magnitud de la tragedia que iban a provocar.
El penal se estremeció con el sonido de las explosiones y el griterio, en medio de las llamas se producía un enfrentamiento, mano a mano, cuchillo a cuchillo. Antes de las 7 de la mañana la Policía no logró reaccionar, según las versiones de las propias autoridades se tardó al menos media hora en lograr el ingreso para recuperar el control.
familiares de los internos a las puertas de Palmasola. fueron escenas de dolor y espanto |
El fuego se propagó sin piedad y no perdonó las vidas humanas otro tanto hizo el humo que terminó por matar a otro tanto. Muchos fueron sorprendidos por el siniestro y no lograron salvar la vida. Uno de ellos un pequeño bebe de un año que vivía en el penal, compartiendo sin merecerlo, la privación de libertad con su padre.
A las 7 de la mañana la Policía, los Bomberos estaban presentes, familiares y periodistas estaban en afueras del penal tratando de encontrar información. La desesperación y el caos se confundían con los primeros rumores de muerte. Al menos 8, dijeron en un principio.
La tragedia y el dolor fueron acompañados por una intensa lluvia, los que habían logrado salvar la vida eran trasladados a siete hospitales distintos, otros fueron atendidos por el servicio médico que llegó al penal y que fue evacuado al Coliseo del recinto. Entre tanta confusión un viceministro no tuvo mejor idea que sacarse una foto empuñando su mano izquierda, sí, en medio de toda la tragedia.
A mediados de la mañana ya se empezó a cifrar la matanza, de 8 el número subió rápidamente a 10, algunos medios decían que eran al menos 20 los fallecidos. El Defensor del Pueblo elevó la cifra a 29 y después a 38, el desfile de números no lograba dimensionar la tragedia humana que se había provocado.
A medio día los medios de comunicación optaron por tomar la cifra preliminar, de 15 muertos reportada por el comandante de la Policía, Gral. Alberto Aracena poco después el gobernador del penal, coronel Guido Parada informaría que se debía buscar más víctimas entre los escombros que dejó el incendio.
A esas alturas algo era seguro que la cifra de muertos iba a aumentar y se podía esperar que se cumplan las estimaciones más pesimistas. En la tarde el director de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos que a eso de las 8 de la mañana había descartado muertos y minimizó el hecho, tuvo que informar que la tragedia se había cobrado 29 muertos, que podían haber aún más víctimas y que muchos de los cuerpos eran irreconocibles porque estaban totalmente calcinados.
¿Se pudo evitar la tragedia? La Defensoría del Pueblo en Santa Cruz afirmó que se había advertido con anterioridad la delicada situación en la que se encontraba este recinto penitenciario, especialmente Chonchocorito donde se había reportado desde el año 2011 peleas entre los líderes de los bloques A y B para tener el control total del recinto carcelario.
Nunca antes había visto Bolivia una tragedia de esta naturaleza en una de sus cárceles y sucedió a pesar de las advertencias. La Iglesia Católica advirtió este viernes que hechos como este también pueden repetirse en Cochabamba o La Paz, donde el hacinamiento y la corrupción son parte de un sistema que parece mirar a otro lado.
¿Cómo es posible que no exista una mejor clasificación de los internos sabiendo que coexisten en un mismo ambiente grupos enfrentados?, se preguntó este viernes el monseñor Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz.
Es una incógnita que deben responder las autoridades penitenciarias que no supieron hacer caso a las alertas y hoy deben contar a los muertos.
Es una incógnita que deben responder las autoridades penitenciarias que no supieron hacer caso a las alertas y hoy deben contar a los muertos.
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