Carlos Valverde con total acierto
Evo tiene el triángulo perfecto para "eternizarse"
las FFAA a sus órdenes, todos los órganos constitucionales
los fanáticos "siempre listos" de los "movimientos populares"
El poder autoritario usa cuanto recurso tenga a su alcance para tener más poder; acude a la Constitución cuando le conviene y hace leyes que también le convienen. En el caso del poder constitucional boliviano, el presidente Evo Morales, en vez de basar sus acciones en la institucionalidad democrática, entiéndase separación de poderes, respeto interinstitucional y otros, usa dos poderes fácticos: uno institucional, como las FFAA, y el otro, creado por él (movimientos sociales), para “avanzar en la construcción de una entelequia llamada Estado Plurinacional”.
“¿Poderes fácticos?”. Puede sonar fuerte, pero es un hecho que las FFAA son hoy un poder fáctico que han asumido roles no constitucionales y hasta una posición partidaria y militante no solo con relación a las políticas de Gobierno, sino en la construcción del Estado Plurinacional evista; es decir, son FFAA del proceso, no del Estado. Los movimientos sociales, por su parte, son, desde hace años, la base del poder político en la calle y en los caminos; son organizaciones ‘paragubernamentales’ que tienen poder de presión y de decisión por encima del poder legalmente constituido, como la Asamblea Plurinacional.
Recién nomás se anunció el incremento de un 31,5% de efectivos en las FFAA y el vicepresidente salió a ‘aclarar’ que son conscriptos lo que se va a aumentar en número y no ‘oficialidad’ y, lógicamente, ahí radica el quid de la cuestión; el poder necesita pocos ‘oficiales’ (son más controlables) y mucha tropa. Finalmente, lo que se usa en la calle son los conscriptos; es un hecho, el poder político está aumentando la fuerza represora y disuasoria armada para cuando la necesite.
Repare el lector que ya se tienen los dos pies en la fuerza de la calle; del lado de los movimientos sociales hay una fuerza muy compacta, fanatizada y convenientemente dirigida y, por el otro, está la fuerza armada, represiva, con alta capacidad de movilización y con ‘sedes’ en cada ciudad importante. Yo creo que el poder cerró el trípode o el triángulo: tiene un conveniente barniz democrático que usa a su antojo (poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral), movimientos sociales y FFAA; así se viene el año electoral. No va a ser fácil para nadie, salvo para el poder
Repare el lector que ya se tienen los dos pies en la fuerza de la calle; del lado de los movimientos sociales hay una fuerza muy compacta, fanatizada y convenientemente dirigida y, por el otro, está la fuerza armada, represiva, con alta capacidad de movilización y con ‘sedes’ en cada ciudad importante. Yo creo que el poder cerró el trípode o el triángulo: tiene un conveniente barniz democrático que usa a su antojo (poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral), movimientos sociales y FFAA; así se viene el año electoral. No va a ser fácil para nadie, salvo para el poder
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